Armadores de yates y superyates están huyendo de la Costa Azul para Italia y España debido a los altos impuestos y las estrictas regulaciones, según informan funcionarios locales de esta zona al presidente Macron en una carta abierta esta semana.
Renaud Muselier, Christian Estrosi y Hubert Falco (presidentes de Provenza-Alpes-Costa Azul, área metropolitana de Niza y área metropolitana de Toulon) advirtieron a Macron de la “grave situación que enfrenta al sector náutico” en el sur de Francia.
Según el sitio web France24, Macron fue informado de que el puerto de Saint-Tropez ha perdido el 30% de su negocio desde el comienzo de 2017, mientras que Toulon ha perdido un 40%. Mientras tanto, la Cámara de Comercio e Industria de Francia dijo que Antibes ha experimentado una caída similar en los negocios en el mismo período de tiempo.
Los tres líderes del gobierno local sostienen que el gobierno francés es el culpable de esta situación. En la web citan la “aplicación estricta de la normativa de la UE” por parte de Francia sobre los impuestos sobre el gasóleo, así como un decreto de marzo de 2017 en el que se exige a los armadores que paguen el impuesto nacional sobre las tripulaciones que viven en Francia.
Además, el combustible para un barco de 35 metros en Francia cuesta alrededor de 24.000 euros al año, en comparación con sólo 11.000 euros en Italia, mientras que los impuestos nacionales y el seguro para una tripulación de siete personas pueden llegar a 300.000 euros, dijeron.
“Es por eso que es necesario y urgente armonizar las regulaciones fiscales y sociales a nivel europeo“, dijeron los tres funcionarios en la carta.