General
De la mano de Rivera Lifestyle Management , importador y distribuidor para España, tuvimos la oportunidad de probar la Aquilia de 32 pies. Una embarcación que podríamos definir como una “runabout” destinada a ser un ténder, según su representante, para los mega y los gigayates. Es la primera creación de la italiana IC Yacht que precede a otros interesantes proyectos de menor y mayor eslora.
Fotos y textos: Pn
Pocas veces tenemos la oportunidad de navegar en un barco de estas características. Una embarcación de concepto clásico, que emula claramente a las “runabout” americanas y realizada con suma exquisitez. Y al buen gusto se le debe sumar una construcción impecable basada en la infusión al vacío que equivale a decir un menor peso del casco y una mayor rigidez y resistencia del mismo. IC Yacht está desarrollando la lancha Anima de 7,5 m de eslora y un proyecto ambicioso de 55 pies dotado de transmisión IPS800 de Volvo Penta con motores de 600 hp cada uno. ¡Daremos cuenta de ello!
Navegación
Aquilia, navegación soberbia
Calificar como soberbia su navegación es sin duda mucho atrevimiento y compromiso por nuestra parte. Pero la Aquilia se lo merece. Con una motorización doble con transmisión de colas o sterndrive con el sistema de hélices contrarotatorio duopropeller de Volvo Penta y con un empuje de 220 hp por motor, creemos que se ha dado en el clavo en cuanto a prestaciones en diésel. Ni más ni menos. Lo justo y necesario. Aunque el astillero, por si acaso, ofrece otras 4 opciones: 2 x 260, 2 x 430, 2 x 170 y 2 x 370.
El caso es que 42 nudos de velocidad máxima a 4.050 r.p.m. es suficiente y se alcanzan con tranquilidad con los 220 caballos por motor de esta unidad. Establecemos una velocidad de crucero de 28 nudos a 2.000 vueltas, lo que está muy bien. Los 6 segundos que tardamos en alcanzar el planeo son un indicativo más que la relación peso/potencia con 5 personas a bordo es adecuada. Con 15 segundos más alcanzamos la velocidad máxima. Sí, los dos motores D3-220 DPS en diésel de Volvo Penta mostraron un excelente comportamiento y son, a nuestro entender, los motores ideales por potencia para esta propuesta “delicatesen”.
Además de los interesantes datos recogidos, la Aquilia tiene un navegar excelente. Con un casco en “V” moderada, jugueteamos con las olas estupendamente bien con marejadilla y con un viento que arreciaba,. Esto significa que a contraola el pantoqueo es muy moderado, sin ser seco, claro indicio de que el asentamiento del barco y su casco en “v” abrían con suavidad las olas sin que las vértebras de los tripulantes sufrieran daño. La elasticidad en el régimen de los motores permitió que jugáramos con las olas, bajándolas, literalmente surfeándolas con mucho control sobre la entrega de potencia. Una entrega gradual o de sopetón a la que la embarcación responde con mucho brío de forma deportiva. En estas condiciones, tanto la estabilidad lateral y el asentamiento longitudinal fueron soberbios haciéndonos sentir seguros en todo momento.
En estas condiciones difíciles de mar y de viento, lo sorprendente es que la navegación fuera totalmente seca. Ni un roción mojó a la tripulación, lo que indica a las claras que la obra viva está diseñada con mucho mimo y el agua sale de las bandas por donde debe.
La Aquilia cambia de rumbo de inmediato con solo media vuelta de volante, lo justo para esquivar un objeto flotante. En las viradas cerradas exhibe una excelente tracción, es decir, la popa no se desplaza y el diámetro de giro es de apenas 20 metros. La sonoridad es realmente baja lo que indica el buen trabajo de aislamiento acústico realizado en la cámara de motores. Su consumo a velocidad de crucero nos da una autonomía de unas 240 millas aproximadamente.
El puesto de gobierno es excelente. Bien protegido del viento y del mar por el curvo parabrisas, y dotado de una butaca muy cómoda que, incomprensiblemente, es fija, no pudiéndose mover al gusto y tamaño de cada patrón. Desde este punto apetece mucho pilotar de pie, con una mano sujeta al marco del acristalamiento y con la otra al volante. Los datos de navegación están divididos en dos pantallas multifunción. Una para el control del motor y la otra para los datos estrictos de navegación.
Habitabilidad
Aquilia 32, lo espartano entendido como lujo
La habitabilidad de la Aquilia está resuelta de una manera clásica en la disposición de los elementos. Ofrece una bañera en “U” con una capacidad para unas 5 personas. A Estribor un pequeño mueble está preparado para albergar diversos elementos que el armador desee colocar. En esta ocasión hay un hueco que parece un fregadero, así como un cajón corredero y un hueco en la base para guardar pequeños enseres. En el otro lado, al mismo mueble se le ha dado un uso más específico albergando bajo la tapa asistida de un pistón de gas, un fregadero, un cajón y una nevera de cajón en su base. Por delante, junto al piloto, existe una butaca para el acompañante que posee una guantera con tapa y otra a la vista además del potente equipo de música. Bajo los asientos del sofá existe espacio para la estiba de elementos diversos como chalecos y otros pertrechos. En el suelo, en el acceso a un depósito de polietileno de agua, se pueden estibar más pertrechos.
A popa un enorme solario, que cubre los motores, permite tumbarse cerca de la gran plataforma de baño. Una plataforma a la que se accede por un pasillo forrado en teca, como todo el resto del piso, situado a Er. En la otra banda existe otro pasillo al cual se accede si salvamos con un gran paso la esquina del sofá. Ambos pasillos están protegidos por sendos largos asideros más estéticos que útiles para el transeúnte. Si son útiles para los que estén estirados en el solario. La plataforma está dotada de una ducha y posee una escalerilla de baño centrada en un cajetín. En la crujía advertimos el cáncamo de tiro para el ski o wake. La popa está cororonda por un mástil en carbono para el pabellón.
El acceso a proa se realiza por las bandas, por sendos pasillos de apenas 10 centímetros de amplitud. Es obligado agacharse para agarrase al excelente marco de acero inoxidable de primera calidad del parabrisas que ejerce como asidero natural. La proa, otro solario para estar en el momento de fondeo, reluce una obra en teca preciosa en la que destaca la escotilla enrasada del camarote de proa y la tapa, también enrasada, que da acceso al bonito pozo del equipo de fondeo que posee el molinete, la cadena en acero inxidable y, por supuesto, el ancla. En su perímetro un asidero de no más de dos dedos de alto cierra esta bonita y diáfana zona que cobra una especial belleza al oscurecer la teca con el agua.
Deslizamos a una banda la fina puerta corredera y su tapa y accedemos a la acomodación que posee una altura máxima de 1,60 m. Nos acoge una atmósfera distinguida que invita al descanso ocasional o la siesta. Un sofá en “U” invertida realizado en alcántara permite estirarnos con comodidad y, si los unimos, se crea una gran superficie para dos. El cabecero está rematado por un gran espejo, y las luces indirectas de las bandas y el suelo inducen al relajamiento. Dos ventanas alargadas permiten otear el exterior y la ventilación se realiza por la puerta y la escotilla cenital tintada en negro. La tapicería en tonos grises combinados con blancos marfil son de bella factura, tanto como los mullidos cojines del sofá exterior y de las butacas del piloto y acompañante.
Balance
Aquilia, mucho más que para un ténder de lujo
Sí, estamos ante una propuesta que va a hacer disfrutar a sus tripulantes mucho más allá que el mero servicio como ténder de un megayate. La Aquilia es, en sí misma, una propuesta perfectamente válida como daycruiser de alto nivel que hará las delicias de los armadores e invitados. Por otro lado creemos que no se debería calificar a esta embarcación como una walkaround como hace el astillero, porque el paso por las bandas es demasiado estrecho. Creemos que se asemeja más a una runabout norteamericana de toda la vida.
Estamos ante una propuesta que rezuma calidad por todos los lados. Además de la calidad de la obra viva que permite una navegación a alta velocidad con suma suavidad y comodidad, los acabados en todo son soberbios. Los trabajos en acero, las tapicerías, el forrado de teca, la propia insonorización del habitáculo de los motores o los gelcoats a la vista. Todo se ha realizado con mimo, en especial, los aceros.
Esta es la unidad nº 1, la cual todavía precisa adaptar algunas sugerencias como es que el asiento del piloto sea regulable en distancia y altura respecto del volante, algo que IC Yacht ya ha tomado en seria consideración. O que el acompañante tenga derecho a su propia seguridad mediante un asidero.
Por otro lado es una pena que no disponga de un pequeño lavabo, aunque a decir verdad, esta unidad se ha concebido para ser usada como ténder de un megayate, cosa que nos parece una excelente opción…. Tan excelente como que también sea usada como una day cruiser de lujo siempre y cuando tenga un lavabo. Útil si es su bimini o toldo fácilmente plegable y estibable en un espacio muerto ideal para tener siempre a punto el mismo.
Una embarcación de este talante, altamente personalizable en cada aspecto, una verdadera “custom”, tiene que ser espartana. Lo sabemos. Lo espartano, bien realizado, es lujo. Recargar una embarcación con mil utilidades o “gadgets”, para algunos niveles adquisitivos puede ser hasta chabacano. La Aquilia está en esta línea, poco pero muy bien realizado, con mucho estilo y gusto.
Por otro lado, reivindicamos el sistema retráctil de la proa, que aunque parece poco operativo, es, sin duda, sensacional por su contribución a la preciosa línea de esta embarcación. Una propuesta que, de proa a popa, luce una caída de cintón soberbia, que enamora y que no puede negar el gran gusto con que IC Yacht ha concebido este ténder. Por solo 415.971€ puede ser suya si a quisiera igual. Si no, será, seguramente otro cantar.
Para más información: www.icyacht.com / www.riveralm.com
Tel: +34 688 628 628