General
Probamos el Gozzo 33 de la italiana Apreamare. Se trata del primer barco de este estilo que va dotado con transmisiones de cola o sterndrive. El Gozzo probado posee dos motores Volvo Penta D3 de 200 caballos cada uno. Dos circunstancias que hacen que sus prestaciones no sean precisamente la de los tradicionales Gozzo del Mar Tirreno. Estamos pues ante una dulce tergiversación de la tradición.
Fotos y texto: Erik Tarrés Lenneryd
Con el control de nuevo por parte de la familia Aprea de la marca Apreamare, se ha lanzado una embarcación tan singular como bonita. Se trata de la Gozzo 33 de Apreamare, una embarcación que no deja indiferente a nadie por dos motivos. Por sus estilizada líneas que más que de los tradicionales Gozzos del Tirreno, parece una motora torpedera de las usadas en la Gran Guerra y por llevar dos motores Volvo Penta D3-200Hp con transmisiones stern-drive o colas que además ofrece la posibilidad de gobernarse mediante un joystick. Ello hace que sus prestaciones se asemejen más a las de una embarcación de planeo que no a un gozzo tradicional de desplazamiento. Esta bella y dulce tergiversación del gozzo, también habitual en otros modelos Apreamare, de indudable inspiración tradicional, se presentó oficialmente el 1 de septiembre 2017 en Capri para luego peregrinar por los salones de otoño en el mediterráneo. Tuvimos el acierto de probarlo en aguas de Barcelona invitados por Jaume Font de Island Yacht Broker, el representante exclusivo de la marca en Menorca, con la segunda generación Aprea como testimonio.
Navegación
Gozzo de Apreamare, navegación rápida como una… torpedera.
Lo primero que hacemos tras calentar los dos D3-200Hp de Volvo Penta es llevar sus 11 m de eslora total a su velocidad máxima. ¡31,7 nudos de velocidad en un santiamén! A este régimen de 4.100 r.p.m. y con un asentamiento perfecto sin hacer uso del trim, vamos bajando las vueltas hasta que determinamos que su velocidad de crucero bien se puede situar en los 17,4 nudos a un régimen desahogado de 2.800 vueltas, justo después de que su proa bajara y entrara en un franco planeo. Su consumo a este régimen es de casi 40 L/hora. Si, si, un Gozzo que planea, que posee un casco moderadamente en forma de “uve” (16% deadrise) pero que en un momento determinado, más o menos hacia el último tercio de su carena, muestra un túnel evolutivo en donde se alojan, muy cerca la una de la otra, las dos hélices, que es parte del secreto de su facilidad de planeo. Además, su carena posee en los extremos de las bandas un prominente redán claramente saliente de la vertical de la pared del casco, cual si fueran dos alas, favoreciendo ese planeo. El Gozzo también se ha entregado con una configuración monomotor de 225 caballos a un cliente noruego. Una velocidad de crucero briosa la establecemos en las 3.500 vueltas que significa una navegación a 24,6 nudos con un consumo total de 57 L/hora dándonos una autonomía de unas 190 millas.
Con una sonoridad muy baja de los dos motores gracias a un trabajo de aislamiento acústico impecable, nos gusta mucha la suave navegación de esta embarcación de 9,99 m de eslora de casco y 6.000 kg de desplazamiento. Precisamente su peso le da un aplomo muy agradable y confortable a la hora de navegar a contra ola o ligeramente amurados a ellas. Sorprende la rápida reacción del barco, asentándose como se prefiera en el agua gracias al uso del trim.
A pesar de no ser una embarcación para “hacer el loco” con viradas hiperdeportivas, las insinuamos y reacciona muy bien con muy poca escora. Lo cierto es que no se logran reacciones como en una lancha, pero si constatamos su fiabilidad y sensación de seguridad al virar abiertos y a alta velocidad. Por cierto, ni un roción, ni nada de humedad de arrastre por su popa.
El control desde el puesto de gobierno, que es para dos personas, es bueno ya que vemos todo el contorno del barco desde esta posición, muy cómoda por cierto, tanto para gobernar sentados como de pie apoyados en la base abatible del banco. Nos llama muchi la atención la posibilidad de echar mano de un deflector abatible que protege exclusivamente a quien está a la rueda. El Gozzo de Apreamare dispone adicionalmente de otro deflector o parabrisas en cristal tintado de negro que pasa de una posición totalmente abatida a una de casi vertical de forma eléctrica. De este modo, podemos proteger del viento a voluntad a quien decida acompañarnos, o simplemente cortar el flujo de viento hacia la bañera si estuviéramos fondeados.
Habitabilidad
Gozzo de Apreamare, habitabilidad para cuatro con estilo
Este Gozzo Ofrece una buena habitabilidad. Si nos fijamos en el exterior comprobamos que su bañera es muy versátil. Por un lado advertimos de un “chaise-longue” con nevera de cajón dispuesto a babor a cuyo lado, en el propio set del puesto de gobierno, se forma un gran asiento para dos. Frente a estas posiciones se ubica una superficie en formato “isla” que según se abata su respaldo avante o atrás, conforma un gran solario por delante o por detrás de dicho respaldo. Una de las posiciones de dicho respaldo permite crear un asiento tipo banco para sentarse con comodidad. El acceso al mar es inmediato a la gran plataforma de baño, rodeando la “isla-solario”, por una apertura que carece de cierre. En este punto se hallan la ducha de agua dulce y la toma de electricidad.
La proa es también un punto esencial donde disfrutar del fondeo. Se accede por las dos bandas mediante dos escalones, uno de ellos muy largo que resulta ser un gran cofre de estiba, debiéndonos agarrar en la estructura del bimini. Curiosamente en la sobreestructura por delante del parabrisas abatible eléctricamente, existe una espacio no usado para la colocación de una colchonetay conformar un solario. Nos resulta curioso, pero admitimos que nos gusta más, ya que su superficie, con una ligera pendiente hacia las bandas y a proa, con un gelcoat gris claro brillante causa un efecto estético importante. Además no se añade grosor con una colchoneta al perfil ultrabajo de la sobreestructura que es, sin duda, una de las gracias del Gozzo. Otra de las gracias es que no existen candeleros en las bonitas regalas rematadas de teca. Tan solo los sistema de quita y pon magnéticos para sostener las defensas y las dos bitas con sus guiacabos en la punta.
El interior
La acomodación del Gozzo está deliberadamente concebida para cuatro personas que pueden realizar, sin duda, una singladura de varios días con un alto nivel de comodidad. La distribución interna hace que se tenga una cama doble a proa totalmente abierta y un camarote, también abierto, por detrás de la fuerte escalera de acceso, con una cama doble colocada transversalmente. Digamos que esta estancia ofrece un espacio o volumen sensiblemente superior a lo que tradicionalmente nos referimos como una “conejera”. El camarote de proa posee unas preciosas vistas desde la cama a través de sus ventanas alargadas en las amuras además de disponer de una potente entrada de luz natural por su gran escotilla situada en el techo tamizable con una mosquitera o con su persiana plegada en zig-zag. Muy adecuado la colocación de un espejo en el vértice del camarote para lograr el efecto óptico deseado así como los dos armarios, muy bien compartimentados internamente, ubicados a banda y banda de la entrada.
En la parte central del Gozzo se dispone de un lavabo con inodoro de agua marina cerrado de bonita factura con una pila apoyada preciosa en teca natural cuadrada. Existe dentro del lavabo un compartimento cerrado para la ducha y en donde nos podemos sentar para nuestra seguridad. Una comodidad importante. Frente al gran y holgado compartimento, a babor, se adivina el set lacado en blanco de una cocina. Y decimos que se adivina ya que con todas las tapas cerradas tan solo advertimos de un gran mueble blanco. Al abrir su gran tapa asistida por un potente pistón, se nos aparece un vitrocerámica de dos fuegos y el fregadero. Camuflado también está su microondas y varios armarios y taquillas más para la estiba de alimentos y de menaje.
La decoración de los interiores es de estilo contemporáneo, muy luminoso, casi etéreo, que desprende una modernidad incuestionable, buen gusto y un profundo conocimiento del uso de los materiales y sus texturas. Un gusto claramente itálico que tanto nos gusta a los que vivimos en la península ibérica.
Balance
Gozzo de Apreamare, una dulce tergiversación de la tradición
La primera impresión al ver el Gozzo de Apreamare fue constatar el total desacomplejamiento del astillero a la hora de hacer nuevas propuestas, su gran creatividad y por qué no decirlo, su buen gusto en la ejecución del proyecto. Sí, nos gusta el Gozzo.
Nos gusta que tenga las prestaciones marineras aludidas con anterioridad, nos gusta su habitabilidad y nos gusta también el concepto estético, sumamente elegante, que bebe de la tradición del Tirreno. Este último punto es algo innato y consabido en Apreamare. Muchos otros modelos muestran su origen tradicional con proas lanzadas y amuras interminables típicamente de los gozzos italianos, especialmente de la zona de Sorrento, pero ninguno hasta ahora ofrecía esta elegancia que solo las proas rectas pueden transmitir, la ausencia de candeleros y un perfil tan bajo de la sobreestructura. Según el punto de vista del fotógrafo que tomó las fotos de navegación por nosotros, el Gozzo tiene un halo de lancha torpedera de la 1ª Guerra Mundial, que por el hecho de estar destinadas a fines bélicos, no se puede negar precisamente de que eran bonitas, estilizadas y, desde luego, marineras. Y lo mismos ocurre con los destructores de la época…
El paso de usar ejes, como casi siempre ha hecho Apreamare, a unas transmisiones de cola ha sido ciertamente audaz. Y a la vista está de sus prestaciones y su buen navegar en general. Con las colas hay menos vibraciones en el casco y admite un mejor asentamiento longitudinal del mismo algo, no siempre muy bien resuelto en las Apreamare anteriores. La sobremotorización en cascos de origen tradicional como los gozzos y llaüts, siempre ha precisado de compensaciones extremas como plataformas-flaps enormes o el uso de los flaps como algo indispensable para no ir con la proa apuntando al cielo. En el Gozzo de Apreamare, este efecto no se produce manteniendo la inspiración tradicional gracias al uso de transmisiones de cola y a un casco dulcemente tergiversado de la tradición. ¡Enhorabuena Cataldo Aprea por la inspiración y chapeau a Brunello Acampora del estudio de diseño Victory por el proyecto final.