El cuerpo de un rorcual común fue avistado este martes por un pescador de arrastre de la cofradía de Blanes. Se encontraba a la deriva, a unas 15 millas mar adentro, extremadamente hinchado y coronado por gaviotas. Estas circunstancias confirman su avanzado estado de putrefacción, con lo que la ballena podría llevar varios días muerta.
Se trata de la segunda muerte de un rorcual común que se registra esta temporada: el pasado 24 de marzo aparecía el cuerpo de otra ballena de la especie Balaenoptera phyusalus, al parecer arrastrado por un carguero desde Vigo. Es una triste estadística para la conservación de una especie protegida por encontrarse en peligro de extinción. El rorcual común, o ballena de aleta, con sus hasta 24 metros de longitud, es la mayor ballena que transita regularmente el Mediterráneo. Dos muertes en 30 días suponen una triste estadística para la conservación de una especie protegida por encontrarse en peligro de extinción.
Con el objetivo de estudiar estas ballenas y las condiciones oceanográficas que hacen posible su presencia en la costa catalana cada primavera, la Asociación EDMAKTUB desarrolla el Proyecto Rorcual, que en 2017 cumple su cuarta temporada consecutiva, con salidas diarias para la observación y recogida de muestras durante los meses de marzo, abril y mayo.
Datos sobre los avistamientos en 2017
Rebasado el ecuador de la presente temporada, el elevado número de avistamientos registrados hasta la fecha auguran una campaña tan abundante en animales observados como la del año anterior. El primer avistamiento fue reportado por un pescador de la cofradía de Tarragona el pasado 27 de febrero, aunque el primer avistamiento registrado por el equipo científico no se produjo hasta el 11 de marzo. Desde entonces, han sido avistadas por EDMAKTUB más de 15 ballenas distintas. En cuanto a los avisos de pescadores, ya se acumulan más de 80.