La aplicación del antifouling ultrasónico no afecta a la estructura ni al rendimiento del casco, así lo aseguran desde la Compañía Española de Ultrasonidos (CEUS), que tras varios años aplicando este método desmienten algunas opiniones que hablaban de la agresividad de este sistema.
El antifouling ultrasonic es un sistema inteligente que trabaja entre los 20 y los 50 kilociclos (kHz), repartiendo las vibraciones entre cuatro transductores, el número máximo necesario para esloras inferiores a los 12m, dispuestos estratégicamente en varios puntos del casco para no crear “sombras” en su alcance.
La diferencia del sistema de CEUS con otros aparecidos en el mercado es que al ponerse en marcha se autoajusta para transmitir la mayor energía posible con el mínimo consumo eléctrico. El set se puede conectar a las baterías del barco o directamente a la torreta de tierra. En los barcos nuevos se recomienda usar este sistema con la primera capa de pintura antialgas ya aplicada, se ha comprobado que el barco soportará perfectamente durante tres años los embates del medio ambiente.
En embarcaciones de más edad, que acumulen varias capas de pintura en sus carenas, se recomienda decaparlas y dar una nueva base de pintura, aunque si las capas están bien aplicadas, y no presentan “burbujas”, las vibraciones transmitidas al casco deben tener el mismo efecto.
Transductores
La compañía CEUS aconseja repartir los transductores necesarios según la superficie requerida pues consideran que un solo transductor, aunque se le aumente la potencia vibratoria, no alcanzará con satisfacción la superficie total del casco. Los cascos incorporan en su estructura nervios (varengas, etc.) que debilitan la propagación de la vibración, por lo que varios transductores aseguran una aplicación más completa y equilibrada. Antifouling Ultrasonic se ajusta a la frecuencia de resonancia necesaria del clásico casco monolítico, presente en la mayoría de barcos de recreo, haciéndolo más eficiente. Esta es la gran innovación con respecto a otros métodos similares por ultrasonidos; en este caso, en el momento de la puesta en marcha del sistema, cada transductor escanea y se adapta automáticamente a la frecuencia de resonancia en ese punto, ajustando la potencia al voltaje necesario. La centralita luego envía los impulsos necesarios para provocar la frecuencia de ultrasonidos requerida para cada transductor. Es decir, los transductores registrarán frecuencias distintas para la zona de proa o la que está junto a la quilla, tratando cada área de forma personalizada según sus características.
Kit básico
El kit básico de antifouling ultrasonic se compone de hasta cuatro transductores de rosca, muy parecidos a los de las sondas, con gel que se adhiere directamente en los cascos monolíticos. A partir de 12 m de eslora se suministran entre seis y ocho transductores por generador. El kit cuenta además con una centralita o generador de ultrasonidos, que se puede conectar a las baterías con un alimentador convencional, o directamente a tierra. También se entregan dos rollos de cable de cobre recubiertos de estaño, estancos gracias a sus juntas tóricas, están bañadas en oro para evitar la sulfatación que el ambiente marino provoca. Los transductores son de rosca pero se están diseñando unos modelos de ajuste mediante clip, y pueden estar en contacto con el agua de las sentinas. Las roscas se adhieren con resina de epoxi al casco monolítico, nunca al contramolde.
Más información en el Tel: 933 713 804 o en el e-mail: cial@ceus.es
Compañia Española de Ultrasonidos, SA
C/ Carles Mercader, 9
08960 Sant Just Desvern
Barcelona (SPAIN)
info@antifoulingultrasonicos.com