El estudio de arquitectura naval francesa VPLP presentaba en el marco del Salón Náutico de Mónaco un nuevo proyecto, el Ampersand, traducción inglesa del símbolo “&”. Cada año, este equipo de diseñadores lanza uno o varios conceptos de barcos para mostrar el saber hacer de este gabinete de arquitectos. “Estos diseños presagian una tendencia, un deseo, una dirección que encarna la visión de la empresa” explica Marc Van Peteghem.
El Ampersand debe su nombre al hecho de que mezcla dos mundos: el buen comportamiento en el mar y la comodidad en el fondeo. “El matrimonio de lo aguerrido relacionado con el mundo masculino y la suavidad femenina”, dicen desde el gabinete.
Estas dos características opuestas han servido como leitmotiv a los diseñadores para crear este yate de 100 pies que emula los atributos de los barcos de competición realizados por esta misma firma, asociados a una elegancia que llega de referencias más clásicas.
El plan de cubierta presenta un espacio completamente despejado con una gran bañera abierta, dos timones y dos bancos prácticamente al nivel del techo de la cabina. Ésta es relativamente baja y totalmente acristalada en el diseño de popa. El diseño mezcla el estilo contemporáneo con el clásico a través de materiales y acabados retro y modernos.
En el interior nos encontramos con un gran salón, tres cabinas incluyendo la del armador en la zona de proa, y tres cabinas de la tripulación en popa.
En lo que se refiere al aparejo encontramos un mástil retrasado con un potente plan de vela, gran vela mayor y un poderoso Génova. La carena se inspira en los cascos IMOCA. La potencia ha sido suavizada con un plan muy ergonómico y una estética atemporal siguiendo los códigos de las embarcaciones de competición más clásicas.