Definido por muchos como una persona extremadamente educada, humilde, cariñosa y atenta, el adiós a Don Rafael supone la desaparición de un líder ejemplar, bajo cuya presidencia, el Monte Real se convirtió en una de las organizaciones náuticas con más prestigio internacional, referente indiscutible en el mundo de la vela.
Bajo el timón de Olmedo Limeses, el club baionés organizó grandes competiciones de cruceros, como la Regata del Descubrimiento Bermudas-Bayona, varias Lymington-Baiona, varios campeonatos de España y un gran número de Match Race. Se convirtió, además, en el primer club español en presentar, en 1989, un desafío en la competición más antigua del mundo, la Copa América de Vela, a la que el Monte Real se presentaría en dos ocasiones más.
A lo largo de su prolífica vida, Don Rafael Olmedo fue reconocido con la Cruz al Mérito Naval, la Medalla de Oro de la Federación Española de Vela, la Medalla de Bronce del Mérito Deportivo y el Premio al Mérito Deportivo. Fue nombrado, además, hijo predilecto de la villa de Baiona, por haber transformado a la localidad en un referente internacional de la vela y el turismo náutico.
En 2013, cuando Olmedo cumplió 40 años al frente del Monte Real, la junta directiva decidió ponerle su nombre al mástil de señales del club, en reconocimiento a su enorme dedicación y esfuerzo. Hoy, sus banderas ondean a media asta en señal de luto.
Descanse en paz, presidente.