El sector náutico que en los dos últimos años ha podido contener la progresiva caída de su mercado a consecuencia de la crisis, reclama al recién constituido Ministerio de Fomento, responsable de las competencias de la náutica de recreo, que retome el impulso de las medidas legislativas en marcha paralizadas durante este año de Gobierno en funciones, y apoye una equiparación de la fiscalidad del sector con la fiscalidad europea de la náutica.
Los 115.000 puestos de trabajo (directos e indirectos) generados por el sector náutico y los 5.690 millones de euros de productividad que aporta a nuestra economía, dependen en buena parte de que la normativa en desarrollo en la anterior legislatura
-como son las atribuciones profesionales a los títulos para el gobierno de embarcaciones de recreo- entre en vigor de forma inmediata.
Desde que en 2008 la crisis azotase fuertemente a este sector, en los últimos dos años la náutica de recreo ha podido detener, de forma todavía muy tímida, la gran caída de casi el 70% de su volumen. Sin duda, la entrada en vigor del Real Decreto sobre titulaciones náuticas (octubre 2014), que modernizó y adecuó nuestros títulos a los de países de nuestro entorno europeo, o la Ley de Navegación Marítima (julio 2014), que por primera otorgó identidad propia a la náutica de recreo, supusieron un importante impulso para el desarrollo del sector náutico español, tanto en el plano nacional como para alcanzar un mejor nivel de competitividad en los mercados europeos. En el ámbito de la fiscalidad, la eliminación del impuesto de matriculación en la compra de embarcaciones de recreo destinadas a uso de alquiler (chárter náutico), ha propiciado también un despegue histórico de este mercado que en 2014 creció casi un 60%.
Desde la patronal ANEN (Asociación Nacional de Empresas Náuticas), su secretario general Carlos Sanlorenzo apunta al potencial que tiene el sector náutico para generar crecimiento económico y empleo: “El sector náutico está siendo en estos momentos un receptor de nuevos negocios para muchos emprendedores que están apuntando a la náutica. Pero para que sigamos en esta senda, necesitamos seguir modernizando nuestro marco legislativo, eliminando trabas burocráticas y tributos como el impuesto de matriculación que graba la compra de una embarcación de recreo de más de 8 metros de eslora con un 12% de su precio, lo que sumado al IVA supone un 33% más, en ningún país del mundo existe este impuesto que nos sitúa en clara desventaja en el mercado nacional e internacional”.
Pero además, el estímulo de la náutica de recreo para el sector turístico, concretamente en el turismo náutico para el que España cuenta con unas inmejorables condiciones, “es otro factor que la Administración tiene que contemplar y apoyar, entre otras medidas, con el impulso de campañas sociales como #embarcate, una iniciativa puesta en marcha por ANEN el pasado mes de marzo con el objetivo de atraer usuarios para disfrutar del mar, siguiendo la estrategia de países como Alemania o Suecia”,