Estuvimos a bordo con Johannes, técnico del proyecto de apoyo a la Volvo Ocean Race, del Desafío Mapfre unas horas antes de la largada en Alicante. Es el responsable, el apoyo y el supervisor técnico para todos los equipos participantes y está disponible para cada uno de ellos en cada uno de los pit-stops de la Volvo Ocean Race 2017-18. Los monotipos VOR 65 de la VOR 2017-18 llevan transmisuiones tipo saildrive con hélices de dos palas plegables tipo “pico de pato”.
¿Pero cuáles son las funciones de un motor de combustión interna en un barco que se desplaza con la fuerza del viento?
La función principal es la de proveer de la energía indispensable a abordo generando electricidad para el equipo de comunicaciones, los ordenadores para la gestión de los datos de navegación, el ordenador de gestión de imágenes del periodista/cameraman a bordo y su envío vía satélite y la iluminación del barco, tanto de las luces de navegación como las de iluminación interna.
Además, como es lógico, el Volvo Penta D2-75hp es capaz de impulsar el barco para entrar y salir de los puertos de acogida. La potencia y fiabilidad de los D2-75 es importante también ya que desde su bomba hidráulica, da presión al circuito hidráulico que accionan los pistones que, ejerciendo una fuerza sobre la quilla basculante, hace que ésta se mueva hacia barlovento compensando la escora del barco para que éste ciña con la mayor eficiencia posible (menor escora posible). La quilla basculante le da al barco un contrapeso añadido durante la navegación permitiendo a los barcos cerrar los ángulos de ceñida.
Hablando con Johannes nos cuenta que el motor lleva dos alternadores (lo habitual), pero de alto rendimiento confiando el almacenamiento de electricidad a las baterías Mastervolt que, en este caso, lleva instaladas el Mapfre. Son motores absolutamente de serie que están provistos de dos válvulas antirretorno de aspiración de agua para la refrigeración del circuito cerrado de refrigeración con el fin de compensar las grandes escoras de estos barcos y garantizar, amurados a una banda u otra, que siempre haya capacidad de succionar agua del mar para su correcto funcionamiento.
El Volvo Penta D2-75, única fuente principal de energía a bordo
En los VOR 65 no se dispone de piloto automático. Siempre se gobierna a mano, por tanto la producción y almacenamiento de la energía a abordo es suficiente con la que da el motor y los acumuladores (baterías) que lleven.
Aún así en Alicante vimos los hidrogenerador Watt&Sea colgando en algunos barcos, entre ellos el Mapfre, el Dongfeng o Vestas. Todos los barcos poseen los raíles en sus espejos de popa para la insertación del mismo al lado y lado de la crujía pero lo cierto es que, al parecer, no se usan demasiado. Se llevan a bordo como seguridad ya que parece que no compensa demasiado su uso debido a que las etapas son relativamente rápidas, sin el consumo añadido de un piloto automático y, además, según un tripulante, “aunque lleven una hélice de paso variable nos frenan”. Por no llevar, tampoco se llevan placas solares. Y es que la fiabilidad de los D2-75 de Volvo Penta en los VOR65, parece ser suficiente.