Al iniciarse este viaje en Cartagena, el inspector y jefe de personal de la Naviera, el Sr. Tintore (Jefe de Máquinas), envió un relevo de 1er. Oficial. Es el momento de repasar cómo queda el reparto de guardias en tres turnos. Capitán desde las 08 horas hasta las 12 horas, y de 20 a 24 horas (la mejor) para el 1er.Oficial. Desde las 04 a las 08 y de 16 horas a las 20 horas (menos buena) y por último el 2º Oficial (Alumno) o sea yo, desde las 00 a las 04 y desde las 12 a las 16 horas (la peor). Con el recién embarcado, natural de Mundaka, nos hicimos a la mar al anochecer de un 22 de febrero, manteniendo los turnos de guardia antes citados.
Pues bien, al proceder a relevarme el 1er. Oficial este primer día de navegación, observé algo anormal en su conducta y expresión, daba la sensación de estar bebido, pero no di crédito a tal despropósito. No obstante, tras haberme relevado y abandonar el puente y dada la intranquilidad que me había provocado, me dispuse a prolongar por un cierto tiempo mi guardia particular en la cubierta inferior para comprobar que las maniobras al cruzarse con otros barcos, algo frecuente en la zona por la que navegábamos (Cabo de Palos), se hacían correctamente.
A la mañana siguiente informé de ello al Capitán, confirmándose nuestras sospechas de que se trataba de una persona alcoholizada. El cocinero, bajo cuerda, le proporcionaba bebida, luego, por una probable auto herida “voluntaria”, accedió al botiquín de abordo liquidando casi por completo las existencias de alcohol, y ya para colmo le pudimos detectar en su aliento cierto olor a colonia…
Decisión, relevarle de todas sus funciones con poco más que moverse de su camarote, en espera de proceder a su desembarque al regreso del viaje a España. Enviarlo a su casa desde el extranjero suponía un coste que el Capitán trató de evitar, por no añadir la irresponsabilidad que suponía que la oficialidad de Puente quedara reducida a Capitán y Alumno,… sin palabras.
Este tema del 1er. oficial tuvo parte de culpa en cuanto a los daños colaterales que se ocasionaron. Entre ellos destacar el problema de la sobrecarga en Rotterdam, por falta de control, así como la consecuencia de tener que hacer el viaje completo a dos guardias, Capitán y yo el Alumno, a 6 horas. El desigual reparto de guardias merece punto y aparte….