El Kahurangi es poco conocido en Europa, pero una leyenda del Pacífico. En Aukland, Nueva Zelanda, la tierra de la vela, tiene una calle dedicada. Y el National Yacht Squadron exhibe en sus jardines una réplica en bronce de este velero clásico construido en 1952 de acuerdo con la fórmula de los 12 metros y que hoy, tras muchas vicisitudes, vive una “segunda juventud” de la mano de Pepe de Miguel, un armador canario que lo rescató en Turquía y que lo “chartea” para poder mantenerlo y asegurarle un futuro.
De Miguel, biólogo marino y cineasta, participa estos días en la XXII Regata Illes Balears del Club de Mar Mallorca con una tripulación de marinos noveles, recuerda que el Kahurangi fue el barco en el que se bregó el joven Peter Blake, antes de convertirse en mito del deporte neozelandés tras ganar una vuelta al mundo y dos America’s Cup. También pisó su cubierta Alain Colas, visionario francés de la navegación y eterno rival de su compatriota Eric Tabarly, para participar en la Sydney-Hobart.
El Kahurangi tiene su base en Santa Cruz de Tenerife desde que Pepe de Miguel lo compró en Turquía. “Estaba buscando un velero similar al Seven Seas of Porto, que es un 12 metros más antiguo, pero lo que vi en el mercado eran barcos restaurados muy caros. Por casualidad, en Internet encontré uno que aparecía sin nombre, pero sus líneas me gustaron mucho. Empecé a investigar esa misma noche y descubrí el nombre a través del diseñador (Arthur Robb). Vi que era un barco importante y me fui a Turquía. Lo compré, arriesgándome a cómo estuviera. Tuve suerte de que la estructura estaba muy bien. Es de una madera neozelandesa que se ha mantenido en buen estado”, narra el armador antes de salir a navegar en la segunda jornada de la XXII Regata Illes Balears Clàssics.
La prueba de barcos históricos del Club de Mar Mallorca formará parte también de la historia del Kahurangi, al ser la primera regata que disputa en los últimos 40 años. “Desde que salió de Nueva Zelanda no había vuelto a competir”, revela De Miguel, quien no esconde que para él también es su primera regata. “Yo jamás había regateado, la de ayer fue mi debut, y también para más de la mitad de la tripulación. No sé cómo quedamos, es lo de menos, pero nos lo pasamos tan bien que un montón de gente ayer se enganchó al deporte de la vela”.
El armador del Kahurangi no se había planteado competir, pero al llegar a Palma para hacer chárter con el barco se dio cuenta de que en el Club de Mar “se valora la vela clásica y los barcos con historia”. “Me enteré de que se celebraba esta regata y 10 días antes vine a decirles que tenía un barco legendario, pero que no tenía tripulación, ni rating, ni bandera, ni club, nada de nada. Mi sorpresa fue cuando me dijeron: ‘No importa, lo podemos arreglar todo’. Y así ha sido”.
VIDEO CON DECLARACIONES DE SU ARMADOR PEPE DE MIGUEL