Para mejorar la cobertura mediática de las historias que suceden en alta mar la IMOCA Ocean Masters New York to Barcelona Race será el primer gran evento IMOCA donde las tripulaciones A Dos podrán además llevar un tripulante de comunicación. La figura del reportero a bordo –presentes en las dos últimas ediciones Volvo Ocean Race- ha demostrado ser una conexión vital entre medios de comunicación, seguidores y tripulaciones. En el caso de los IMOCA y para la primera prueba todavía no será obligatorio este tripulante, a continuación te dejamos las impresiones de dos tripulantes de comunicación: el del Neutrógena y el del Gaes.
Andrés Soriano se unirá al equipo Neutrógena de Guillermo Altadill y Miguel Muñoz en la regata con rumbo a Barcelona. Soriano ya participó con este rol en la última Volvo Ocean Race como tripulante de comunicación (media crew member – MCM ) del Team Sanya de Mike Sanderson. “Fue un sueño hecho realidad ya que hacía poco que había obtenido un título de comunicación especializado en fotografía. Fue una oportunidad increíble no sólo para hacer lo que había deseado durante tanto tiempo, sino para contribuir a captar más gente y más patrocinadores para el deporte de la vela, el cual amo”, dice Andrés Soriano.
Ser tripulante de comunicación de un barco durante una regata oceánica no tiene tanto glamour como parece. Durante la Volvo Ocean Race los MCM tenían prohibido ayudar en la navegación del barco de ninguna manera, pero además de sus responsabilidades periodísticas, cocinaban y limpiaban el barco. ¡Qué afortunados …! Para la IMOCA Ocean Masters New York to Barcelona Race, una regata más corta, no existen estas normas draconianas. A los tripulantes de comunicación, según el Anuncio de Regata, “no se les permite participar en la navegación del barco de ninguna manera” .
Y habrá ocasiones en que las manos del tripulante de comunicación sean necesarias. Menos de 24 horas después de la salida de la Volvo Ocean Race, el Team Sanya estuvo peligrosamente cerca de hundirse, cuando se le abrió una vía de agua frente a la costa española. Como explica Soriano: “Recuerdo que tenía la cámara en la mano y una GoPro en la cabeza mientras sostenía la bomba de vaciado en posición y sacábamos el agua fuera del barco. Y al mismo tiempo le hacía una entrevista a un compañero!”
Mientras que parte del tiempo lo pasan colgados en posiciones precarias buscando un “buen ángulo”, en la práctica las horas las pasan bajo cubierta concentrados en una pantalla de ordenador, editando fotos y vídeo y luego asegurándose de que todo se transmite con éxito a tierra, mediante el sofisticado equipo de comunicación vía satélite del barco. Esto es muy sencillo en tierra, pero no lo es tanto a bordo de un potente barco de regatas, recorriendo el océano a velocidades de vértigo, bajo el constante baile de las olas. Es un trabajo que requiere un estómago de hierro….
“Toco madera … No me he mareado todavía y no lo hice en la Volvo“, continúa Soriano. “Pero crecí a bordo de buques, y eso ayuda mucho. Tienes que conocer tu cuerpo: Hay maneras de darse cuenta de cuándo no te estás encontrando muy bien. Si es una mala noche o un día duro, tienes que salir a cubierta a tomar un poco de aire. Se trata de no llegar al punto de marearte, porque entonces se convierte en una preocupación para el resto de la tripulación“.
Y eso, advierte, es la parte más difícil del trabajo. “Ser el único tripulante al que no le está permitido ayudar es bastante difícil si eres navegante. Una de mis prioridades durante la Volvo era intentar hacer todo lo que estuviera en mi mano para que los chicos nunca me vieran como un pasajero a bordo”.
Pero la experiencia a bordo también es vital: “Antes de nada tienes que estar cómodo en un barco, porque incluso antes de pensar en sacar la cámara debes saber lo suficiente para asegurarte de que estás en la posición correcta y agarrándote del lugar correcto, ya que la seguridad es realmente nuestra primera preocupación. Sólo entonces puedes concentrarte en lograr un buen plano”.
Enrique Cameselle, Gaes
Otra persona con buenas credenciales es Enrique Cameselle, tripulante de comunicación a bordo del GAES de Anna Corbella y Gerard Marin. Esta será la primera vez de Cameselle en este papel pero llega con una gran experiencia como regatista. Además conoce bien los IMOCA 60, ya que formó parte del equipo de tierra del Renault ZE de Pachi Rivero y Antonio Piris en la pasada Barcelona World Race.
“El trabajo de tripulante de comunicación es nuevo para mí, pero es algo que me apetece“, dice Cameselle . “Siempre me ha interesado la fotografía y el vídeo, así que tengo confianza en que puedo hacer un buen trabajo. El envío del material desde el barco es más difícil, porque dependes de factores externos que no puedes controlar. Y editar no me preocupa, dado que ya he trabajado con diferentes programas informáticos. Durante los días previos a la salida, haré las últimas pruebas y comprobaciones para asegurarme de que todo funciona correctamente”.
En esta primera experiencia en la clase IMOCA, no es obligatorio que los participantes embarquen un tripulante de comunicación. Para igualar las prestaciones de los barcos, se añadirá un lastre, debidamente sellado, equivalente al peso de un tripulante para los que no cuenten con MCM.