Un gran estreno ha tenido la XIII Copa del Rey de Barcos de Época en su primer día de competición. El recién restaurado Spartan (1912), que ha navegado desde Estados Unidos para participar en distintas regatas del circuito mediterráneo, se convirtió en el gran protagonista al imponerse con autoridad en la clase Big Boats, donde compiten los veleros de mayor eslora.
El poco viento que caracterizó la jornada favoreció a la embarcación americana de 23 metros que es más pequeña y ligera que su rival directo, el Moonbeam III (1903). El resto de “gigantes” de la Copa del Rey -el Caroly (1948), el Xarifa (1927) y el Shenandoa (1902)- resultaron muy perjudicados por la meteorología: el viento de Levante no superó los 8 nudos en ningún tramo del recorrido costero, de poco más de 8 millas.
“Ha sido un día de retos para todos; el viento ha estado muy cambiante y hemos tenido que tratar de mantener la concentración en todo momento para conseguir llevar el barco de manera adecuada. Somos un gran equipo, buenos amigos tanto dentro como fuera de del barco. Nos encanta el Spartan, nos lo pasamos bien a bordo y tratamos siempre de dar el máximo. Somos muy competitivos pero es nuestro primer año en Mahón y estamos disfrutando. Es impresionante entrar y salir navegando del puerto. Nuestro objetivo es salir a navegar y pasarlo bien; subir al podio es un plus”, señaló su patrón, Justin Burman.
En la clase Época Cangreja (barcos botados hasta 1950 con aparejo áurico), Tim Liesenhoff, armador y patrón del Marigan (1898), el más antiguo de la flota participante en la regata, se desenvolvió a la perfección en estas condiciones y se colocó al frente de la clasificación general, por delante de uno de sus eternos adversarios, el británico Kelpie (1903), armado por Pelham Olive. Éste entró con seis minutos de ventaja en tiempo real, pero quedó un minuto y medio por detrás del cutter alemán tras la compensación de tiempos. La lucha entre estos dos barcos se presenta como una de las más emocionantes de la XIII Copa del Rey de Mahón. El Marigan, que viene de ganar la XXII Regata Illes Balears Clàssics del Club de Mar, defiende el título obtenido el año pasado.
En Época Marconi (hasta 1950 con vela triangular) la victoria del inglés Rowdy (1916), del armador Howard Dyer, fue mucho más cómoda. Venció con holgura en tiempo real y obtuvo ocho minutos de margen sobre el Fjord IIII, de Christine Fox Perry, un diseño de Germán Frers I de 1947 que compite bajo bandera del Yacht Club Argentino y está patroneado en la Copa del Rey de Mahón por Germán Frers II, quien a sus 75 de edad es el caña más veterano de la flota, además de uno de los arquitectos navales más importantes del mundo. El también argentino Delphis (1930), de Daniel Sielecki, cruzó la línea de llegada en compensado a 16 segundos del Fjord III.
“Estamos muy felices con el resultado de hoy. Ha sido un día muy difícil. Poder navegar junto a otros barcos e ir ganando posiciones en regata es muy reconfortante. Al principio el tiempo no ha acompañado, pero después se ha establecido una brisa de 7-8 nudos, perfecta para nosotros, así que el día ha ido muy bien. Además, parece que el tiempo será igual en los próximos días; podremos corregir los errores de hoy y luchar por la victoria”, señaló Brendan McCarty, patrón del Rowdy.
En Clásicos (de 1950 a 1975) , el Galvana (1975), patroneado por el navegante solitario oceánico Álex Pella, se puso al frente del grupo, por delante del Argos (1964), en representación del Club Náutico de Altea, y del Lys (1956), del Yacht Club de Mónaco. El sloop del Real Club Náutico de Barcelona fue el más rápido de la flota en real y aún le sobró tiempo para aventajar en casi seis minutos al segundo clasificado. Sin embargo, no estuvo exento de anécdota:
“Al llegar a puerto he tenido un bajón a ver que estábamos clasificados en décima posición tras haber entrado primeros. Había un error en nuestra documentación y nos habían penalizado, pero se ha podido corregir y nos hemos colocado líderes. Yo estoy acostumbrado a competir en tiempo real y no me tengo que preocupar habitualmente por estas cosas”, dijo Pella.
En Espíritu de Tradición, el Calima (1970) busca acrecentar su leyenda. Si mantiene su liderato, sería su undécimo triunfo en esta clase. Ganó en el estreno y puso agua de por medio respecto al Lohengrin (1974), el Puma 34 de Paco Bacquelaine, que a priori aparecía como su principal rival y que fue tercero. En segunda posición se colocó el Legolas (1996), de Jens Ricke.
La competición se reanudará a las 12.30 horas del jueves, y según los pronósticos será otra vez con vientos flojos.