La regata Panerai Transat Classique zarpa este 7 de enero para unir cerca de 3.000 mn entre las Islas Canarias y la exótica Martinica en las Antillas Menores. Organizada por el Atlantic Yacht Club de Francia, en colaboración con la marca de alta relojería Officine Panerai -presente en el mundo de la vela clásica a través de su patrocinio de la Panerai Classic Yachts Challenge- esta legendaria prueba cumple su décimo aniversario. Por ello, este año se ofrecerá un epílogo especial dedicado a una década de inquebrantable pasión por el mar, la belleza y la historia de cada uno de estos hermosos yates.
Marina Lanzarote acoge una decena de hermosas embarcaciones que se han puesto a punto en las últimas jornadas para tenerlo todo listo de cara a la largada de este 7 de enero. Olivier Pécoux, armador del Amazon, un yawl de 1971 de 22,25 m de eslora nos decía: “los más días avanzan hacia la salida pero la lista de cosas pendientes no termina”. En el caso del Adventuress, goleta áurica de 1924 de 31,10m, donde armador y patrón abogan por el arte de la navegación antigua, Connor, uno de los jóvenes de la tripulación a bordo, preparaba concienzudamente antes de la salida las protecciones a lo largo de las crucetas para evitar el daño de las velas en vientos portantes.
Desiderata, un ketch de 20,12 m de eslora, llegaba a finales de octubre a Canarias para unirse al resto de sus compañeros y sin embargo adversarios en el corazón del puerto deportivo de Marina Lanzarote. Ideado por el arquitecto John G. Alden con los mismos planos que el Malabar XIII (1945), el barco personal del arquitecto americano atesora una impresionante cantidad de millas gracias a los viajes realizados entre Australia y Mauricio, donde su actual propietario Stuart Armstrong – con 13 regatas transatlántica en su haber- ha caído bajo su hechizo tras unir a su mando Sudáfrica y Brasil y varias idas y vueltas entre el Caribe y Europa. El mar abierto no asusta a este magnífico yate, y si bien su interior -diseñado originalmente para las regatas- ha perdido su lado espartano en favor de la comodidad, Desiderata muestra como siempre una extraordinaria velocidad.
Por su parte el Argyll, un Sparkman & Stephens de 1948 se sometió a una profunda revisión y limpieza en Marina Lanzarote antes de que tomaran el mando de la embarcación Alexis Bordessoule, Emmanuel Fontaine y Laurence Ramès.
Mientras en el Vagabundo II, German Frers de 1945, su armador Robbie Fabre se dedicó a revisar todo el equipamiento de a bordo, dejando especialmente listo el tema del agua potable ya que al no haber potabilizadora a bordo tienen que almacenar decenas y decenas de botellas. Todo un hándicap en términos de espacio y peso a bordo. Mientras tanto Rémy Gerin, el dueño de Faiaoahe, un barco más joven firmado por Guy Ribadeau-Dumas en 2006 estuvo realizando tareas de limpieza y de mantenimiento del motor en los días previos a la salida.
Prácticamente toda la flota se congregó en Marina Lanzarote, aunque el Corto, uno de los más pequeños con 13m, estuvo amarrado en Puerto Calero, el otro puerto del Grupo Calero en Lanzarote para una revisión. También hay que lamentar la retirada de las inscripciones por razones técnicas de Jagiellonia y Mahana.