General
La filosofía “slow” va ganado adeptos en todos los órdenes de la vida, también en la náutica deportiva. Y cada vez son más los que piensan que no es necesario llegar a los sitios rápido. El destino no es el fin. El fin es el viaje, y qué mejor que disfrutarlo… ¡despacio! Para los “slow”, el Greenline 40 es una interesante opción que además, por ser híbrido, permite satisfacer esa creciente necesidad vital de ser algo más respetuosos con el medio ambiente. Nuestra prueba fue gentilmente preparada por Exponent Lab.
Texto, fotos y video testimonial: Erik Tarrés Lenneryd
Seamos sinceros. De momento tener un barco híbrido, a nuestro entender, no es un asunto “esencial” para justificar el ahorro de combustible. Pensamos que tiene que ver más con la necesidad de sentirnos algo más benévolos con el mar y, en definitiva, con la Tierra. Sin duda, la tecnología “hybrid” de este Greenline 40 es el paso intermedio previo y necesario a los barcos totalmente eléctricos y energéticamente “autosuficientes”. Ese ideal está aún por venir.